Hace unos días mi hermano me daba su opinión (que hace rato la se) acerca de cierto predicador-expositor que en la iglesia a la que asisto se lo toma MUY en cuenta. Y... sí. A veces hasta a mí me cansa que sólo lo citen a él :s pero como que aprendí a hacer caso omiso y trato de que no me afecte tanto.
Pero con la muerte de Don Raúl, pude re configurar muchas cosas y poder verlas desde un lado más crítico y me dí cuenta de que no sólo mi iglesia cita mucho a fulano, si no que, dependiendo de dónde te encuentres siempre hay un fulano con fama exacerbada.
Todo bien si es para gloria de Dios, no? Pero
Pero.... Ese pero que a casi nadie le gusta, PERO no queda otra... já.
No será que deberíamos los cristianos aprender un poco del difunto Alfonsín?
La cuestión es que, puede que la crítica de mi hermano sea muy cierta. Fulano, por ser psicólogo y sexólogo (les suena?) le hace un culto excesivo a la fé. No sé... puede que eso sean sólo ideas mías, pero tengo esa sensación.
La cosa es que, cuando hacía comunicación social, una materia obligada era Psicología Social y... no voy a negarlo, tenía 18 años y me adentré en ella y hay cosas que a hoy las escucho que son re Daniel Goleman y de su inteligencia emocional (cosa que en el 2002, fué un boom, pero a hoy hasta él habla de la inteligencia para adaptarse a los cambios) y demás yerbas de la auto-ayuda, superación, etc.....
Pero... y la Biblia sres predicadores??? O mejor aún, cristianos?
Porqué lo relacioné con Alfonsín?
Porque el lagrimeaba mientras recitaba el preambulo de nuestra Constitución, parafraseando artículos de la misma, anteponiendo la Carta Magna a todo discurso (al menos de los que, aclaro por las dudas...) Carta Magna que es la base de la forma de gobierno y de estado que tenemos. Y que, cada país tambien tiene.
Era un apasionado por esas letras objetivizadas.
Ahora veamos algo, cualquier constitución se divide en dos partes:
- Parte orgánica ( o de los organismos del estado)
- Parte dogmática (o de los principios del estado)
La primera parte se titula: Declaraciones, Derechos y Garantías. En la misma encontramos como un resumen de lo que todo ciudadano debería saber (y no lo digo solamente porque soy estudiante de abogacía) por el hecho de ser nacional. Por ej: debe saber de dónde se saca para el tesoro nacional, el culto que adopta la nación, los nombres de nuestro país, derechos que se tiene en la familia, trabajo, propiedad, etc... O sea, los derechos fundamentales (vida el ppal)
Y la segunda: De los organismos del Estado... que bueno, habla del poder legislativo, su composición; del ejecutivo y su naturaleza...; del judicial, y del ministerio público.
En fin... es como una Biblia, hay una primera y segunda parte. Hay derechos y obligaciones que debemos saber porque, aunque sea una ficción para el derecho, no lo será el día en que cada uno rinda cuentas de su vida, se presume que la ley es conocida por todos.Yendo al punto....
Así como la Constitución es "EL LIBRO" para un Estado, para un político y para nosotros como ciudadanos naturales o nacionalizados en donde sea que estemos...
Cuánto me gustaría ver a nuestros líderes cristianos (sean fulanos o sultanos, sean psicólogos o políticos o economistas) usar a nuestro libro como verdaderos exponentes de polítca. Porque entre predicador y político... no hay tanta diferencia (y no lo digo por los bienes que acumulan algunos después de asumir) Lo digo porque en ambos casos exponen ideologías. Estilos de vida, etc.
Y que, al recitar esos fragmentos lo hagan con la misma convicción, fuerza y fortaleza que lo hacía Alfonsín.
Como sea... es como para pensarlo un poco, no?
Abrazos.
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